26 de diciembre de 2008

PERGAMINO XV


Saludos/as a/o todos/as los/as lectores/as. Hace tiempo que no escribía, pero siempre me estoy enfrentando a mi peor enemigo, el tiempo. Espero lograr vencerle para escribir más a menudo, aunque seáis uno/a o ninguna/o los/as que me lean/on.
Hace tiempo leí una frase que me gusto mucho,

“La vida es un sueño del que despertamos al morir” Virginia Woolf

quise hacer un relato decente, pero el tiempo me ha vuelto a joder, así que, hago un microrelato

Moler.. . ...


DESPERTAR


Despierto, todos mis músculos están medio agarrotados, sin embargo, no puedo moverlos, quiero, pero no puedo. Me cuesta horrores planear un solo movimiento y mis músculos parecen no obedecerme. La cabeza sigue alterada y revuelta por los sueños, pero en cambio, mi consciencia parece ausente, esta distante, apartada creo que tras este largo sueño esta retirada. Procuro concentrarme pero mi mente sigue confundida por tantos sueños y tantas pesadillas. Los sudores fríos con los que acostumbraba a despertarme han desaparecido. Me siento bien o eso es lo que mi mente me hace creer, la conozco bien y creo que esta vez me esta intentando engañar, mi cuerpo parece lejano Es verano, pero siento un frío fuera de lo común, un frío que este planeta jamás a conocido.

Recuerdo vagamente todos lo sueños que he tendido durante esta larga noche vienen a mi oxidada memoria en golpes de imágenes, los recuerdo, los añoro, los odio, algunos se refugian en lágrimas, otros con bienestar se hacen recordar, incluso con risas. Los recuerdo, pero ellos se retiran con paso firme y ligero, debería llorar, pero se que no es al distancia lo que mide la lejanía, creo que ninguno de mis recuerdos me van a olvidar, siempre estaré para ellos, sin asustarme, sin atemorizarme. Por eso me río, mas mis carcajadas están apagadas. Nadie puede escucharlas, algo de miedo parece querer aflorar dentro de mí pero ni siquiera puedo asustarme. Quiero llorar pero las lágrimas ya no son mis inquilinas favoritas. Todos mis sentimientos parecen lejanos, están aislados y se alejan cada vez más, ya no desean visitarme. No se como sentirme, ni las lágrimas me van aliviar. A pesar de ello, todo esto me resulta familiar, por eso no me puede asustar, incluso más tranquilo de lo normal estoy, esta es ahora mi realidad, es dura y asimilarla me va a costar. Por fin consigo hallar algo de tranquilidad, después de 72 años vuelvo a despertar.

5 de diciembre de 2008




PERGAMINO XIV

Saludos estimados lectores, Saludos Isa, Miguel, y a ti también Gondra. Hace tiempo que no ponía nada, y es que, he tenido un mes fatídico encuanto a inspiración se refiere, suena extraño pero asi ha sido. La verdad es que no tenía tiempo, ganas, ni casi ideas para poner nada. Se me habían ocurrido una par de ideas para relatos, pero empecé a escribir y no me salía nada decente. Y bueno, esta última semana pues he estado escribiendo poemillas que realmente me han gustado. Espero que a vosotros también. Gracias por seguir leyéndome, si es que seguís y si no también. Prometo intentar actualizarlo más a menudo, un saludo amigos.

Moler.. . …





“Caminando”


Tap..tap..tap

Caminando
…..
Tip..tip..tip
….

Caminando

Caminando hacia un destino incierto
Por la senda de árboles despiertos
Dónde no hay sitio para los perezosos
Que exprimen con paciencia los segundos ociosos
Caminando por el camino solo en mente palpable
Por donde bellos harapos lo hacen transitable
Donde solo pasean con cautela los osados
Que danzan en aceras con pasos marcados
Caminando oculto tras el humo verde
Por donde jamás transitaron los insoldables trenes
Donde las mañanas son desiertos mermados de arena
Que al cielo todopoderoso lloran sus penas
Caminando hacia un confortable afán de lucro
Por reírme de las miserias de las que huyo
Donde las tardes se transforman en batallas de zapatos
Que cantan e iluminan a los más bravos

Caminando
……..

Caminando
…….

Caminando el camino ya caminado
Caminando el camino por caminar
…….

Caminando caminé por el camino
Caminando camino por el camino
Caminando caminaré por el camino

Tap..tap..tap
…….

Caminando

……….


Caminando mientras discuto con las baldosas rotas
Veo brazos tétricos por donde se escapan las hojas
Oigo luces de colores que perdieron la dignidad
La apostaron y no la pueden recuperar
Los árboles mermados de vida por tristes tormentos
Que tejen con mesura las telarañas de mis pensamientos
Las hojas que se dejan escapar de entre las ramas
Que se van malhumoradas a tierras lejanas
Siento la oscuridad que me envuelve con su túnica
Escucho los violines de alma lúdica
Escucho con sosiego el ajetreo de pisadas
Que pasan con rapidez queriendo no decir nada
Las tejas voladoras anidan en tejados vacíos
Emigrando de ciudades con eternos veranos estíos
Cubriendo con dulzura casi milimétrica los hogares
Resguardando las sombras en laberintos habitables

……..
……..
Caminando
……
…..
Caminado hacia delante
Caminando rápido
Caminando despacio
Caminando sin mover los pies

Tap…tap…tap

……

Caminando desde mi sofá
Veo el atardecer de las langostas fogosas
Contemplando la negrura con cierto estupor
Escuchando bailar a los sonidos vestidos
De entretiempo con los más juglares ropajes
Cercano a mí paladeando un amargo rubor
Que abraza con ingenuidad mi buhardilla abandonada
Que esta revuelta y turbada, por el amor destartalada
Sintiendo sentado la áspera espera
Que hace que los segundos se arrastren con pudor
Delante de la espera letal del marchito tiempo
Forjándome más anciano en cada intento
En mi rincón alimentándome de cantos y llantos
Tejiendo con aguja de afecto un armadura contra el dolor
Que me hace vagabundear por rutas ocultas
De un lugar donde que no alcanzan los minutos

………..
………..
Caminando
…….


Caminando por la vía
Caminando por la senda
Caminando por la calzada


Caminando por la senda no dibujada
Caminado solo
…………

Caminando
…..
Tap..tap..tap

21 de octubre de 2008

PERGAMINO XVIII

Saludos fieles y escasos lectores de mi blog. Un relato sobre un tema que siempre llama mi atención y del que habrá más espero, las drogas. Pero no os preocupéis todavía no me en documentado probándolas. Lo que ha salido es fruto Demi propio cerebro, al cual creo que no le hacen falta drogas las sabe generar él solo. El título se me ocurrió al ver un cartel de “se traspasa tienda” y empecé a pensar como sería una vida en la que se traspasasen cosas no palpables, como el alma.

Moler.. . ...





Se traspasa Alma


Lo último que recuerdo es de doblar la esquina con gran rapidez, corriendo, sin volver la vista atrás. Estaba en un auténtico sprint, con un bolso en la mano, que obviamente, no era mío. No consigo recordar mucho más en un mar de reminiscencias nubladas. Ahora tengo una goma en mi brazo, ejerciendo el trabajo como un torniquete y una jeringuilla en la mano. Estoy en casa de mi “socio”, apunto de chutarme una vez más. Los recuerdos, antaño nublados, volvían a mi mente una vez más. Comenzaba a recordar, en mi mente se abrían claros y era más fácil ver con claridad lo que había sucedido. Estaba yo esperando, inquieto y nervioso, fuera de la puerta del banco. Vi salir a una señora mayor, que estaba metiendo un sobre en su bolso. Miré con torpe y ausente disimulo a ambos lados, tiré al frío suelo el cigarro a medio fumar, y salí detrás de ella. Recorrí unos 20 metros detrás de ella, pensando en mi plan. Correr, pegar un tirón con fuerza y hacerme con el bolso. Decidí no pensar en las posibles consecuencias, necesitaba el dinero y eso era lo importante, lo esencial, en esos momentos poco o nada me importaban la salud de una anciana. Lo importante era yo, mi persona y nada ni nadie más. Intenté calmar como pude mi ansiedad y mi pulso, tenía el corazón jugando con mi garganta a punto de salir de mi boca. No me lo pensé dos veces y actué, empuje con fuerza a la señora y me hice con el bolso, acto seguido, sin dejar que los segundos se apoderasen con su fuerza del tiempo, salí corriendo a más no poder. Ahora ya recuerdo todo y vuelvo a mis sueños, felices, tranquilos, los sueños relajantes que tanto me gustan.

Despierto entre la basura, desorientado y muy cansado. Tenia la boca pastosa, dolor de cabeza, la tripa me dolía una barbaridad, estaba en una situación de intenso dolor, casi indescriptible. Mi cabeza me daba vueltas y a duras penas conseguía recordar el pasado. Pero pensé que como en tantas anteriores ocasiones después del chute mi “socio” me echó a la calle. Me levanto, a pesar de no saber donde me encontraba, me las arreglé para llegar a mi casa.

Entro directo en mi cuarto y encendí mi equipo de música. Pongo un disco de Comus a todo volumen, precariamente me deshago de mis ropas hasta desnudarme por completo. Escribía algo en un bloc verde que tengo junto a mi mesa mientras tarareaba esas viejas canciones, acto seguido me tiré en la cama a esperar a que me volviese el mono.

Me despierto entre los más fríos sudores jamás conocidos en la tierra, vomitando, con un sabor a derrota en mis agrietados labios. Entreabrí los ojos, mitad lagrimosos, mitad legañosos. Vislumbro una inocua y gris realidad delante de mí, era mi insulsa habitación que se enfrentaba a mí con aires de superioridad, mi habitación, la cuál, se tornaba más oscuro por momentos, se había convertido en refugio y prisión al mismo tiempo. Me levanto tiritando, jadeando de un cansancio que no me correspondía, me limpié los anclados restos de babas y vómitos de mi cara. Temblando por el frío y el miedo fui al lavabo, abrí el chorro y puse la cabeza bajo la gélida agua. Al ir pasando los minutos, empecé a “despertarme”, por lo que parecía ser, iba controlando el mono poco a poco.

Salgo del dormitorio en busca de un desayuno, caliente, que me recuperase un poco más. Al no disponer de microondas, ya que lo vendí para comprar droga, calenté la leche en la vitrocerámica. Añadí después un poco de café y unos rancios cereales, que eran los únicos habitantes comestibles de mi humilde cocina. Tras ingerir los cereales me recuperé casi del todo, temía, muy a mi pesar, que jamás me recuperaría por completo. Aunque era muy triste lo tenía ya de sobra asumido. Como tampoco tenía televisión, por culpa de las drogas, una de mis diversiones para pasar el mono era contemplar el mundo desde la protección de mi ventana. Ponía una silla junto a la ventana, abría una bolsa de patatas, siempre que las tuviese en posesión, este no era el caso, y me dedicaba a contemplar todo. Los edificios, la gente, el cielo, los árboles, las baldosas… contemplaba cualquiera cosa capaz de despertar mi interés y hacerme olvidar mi adición.

Habían pasado un par de escasas horas, busco ansioso dinero de anteriores robos o estafas en mi habitación y me marcho a dar una vuelta por la ciudad, para conseguir otra dosis, con suerte, tendría dinero para dos. Inquieto y taciturno, paseo por las calles, ajenas y olvidadas en el paso del tiempo seguían impávidas a mí pasar. En cambio, me sentía observado por el resto del mundo, notaba, casi palpaba sus acusadoras miradas, sus delatoras ojeadas, y me podría imaginar sus calumniosos comentarios. A pesar de la costumbre de esta situación casi a diario, no me terminaba de amoldar del todo y me ponía nervioso. Mi pulso se aceleraba, mi cuerpo era invadido por delatores temblores e incontrolables espasmos. En momentos así solo deseo huir, escapar de la triste realidad a la que estoy engrilletado, dejarlo todo atrás y no volver jamás. Solvento escapar de su enjuiciamiento no verbal, voy por zonas desiertas, olvidados de la civilización nuevos callejones crecen ante mi presencia. Engaño de la ciudad para la gente normal, sorteo sus miradas acusadoras y llego a mi “paraíso”.

Voy hacia una zona marginal de mi ciudad, para pillar otra dosis. Me encontraba ante al presencia de una maraña de muros, suciedad y desesperación. Un laberinto creado por el hombre para evitar la contaminación que producimos los drogadictos. Voy en busca de unos “amigos” para comprarles mi dosis. Veo basura en el suelo, restos de comida, plásticos y papeles, veo, además alguna jeringuilla en el suelo, lo que fue un momento placentero de su consumidor. Avanzo unos pasos más, veo a lo lejos una silueta, lo que podría ser una persona. Me acerco silencioso y un poco asustado hasta él, le veo en un encuentro fatal con la droga. Tiene una jeringuilla inyectada en la vena, y la mirada más perdida que jamás haya visto. La boca, entreabierta y babeante, denota su estado, sus repetitivos y escalofriantes espasmos, demuestran su miseria. Está tirado en el suelo, frío y lleno de suciedad, pero parece no importarle en absoluto, ya que, no parece sentir nada. Es como sí no se encontrase en este mundo, está tan absorto en su mundo “feliz”, que su cuerpo es solamente el disfraz de hueso que se pone cuando vuelve a este miserable mundo. Me quedo una porción de tiempo, infinita para mí, unos pocos segundos para el resto del mundo mirando sus ojos. Una mirada inexpresiva, ni feliz ni asustada, ausente de todo sentimiento humano. Unos ojos a los que se les ha olvidado parpadear.


Perplejo y anonadado de mi encuentro con aquel tipo sigo adelante. Ahora es como si me costase más avanzar, levantar lo pies del suelo y seguir a delante se ha convertido en una ardua tarea. Finalmente y tras un gran esfuerzo consigo llegar a mi destino. Grito su nombre a viva voz, al rato aparece él con dos tipos más. Sonriente me saluda, y alegremente me abraza y habla conmigo, recordamos viejos tiempos y las risas, alegres todas ellas, irrumpen este triste y desesperado lugar. De pronto, cambiaron las sonrisas en rostros serios y llenos de odio. Me miraron fríamente, los que acompañaban a mi amigo se acercaron desafiantes, con gesto amenazante. Se plantaron enfrente de mi, yo seguían aun perplejo por el giro que habían tomado tan repentinamente las cosas. De improviso se abalanzaron sobre mí y me dan una brutal paliza, de lo que poco o nada recuerdo. Sólo que enseguida caí al suelo y empecé a sentir sus puntapiés contra mi indefenso y débil cuerpo.


Despierto dolorido y desorientado, aturdido me gire y vi que estaba lleno de sangre, con la ropa a medio romper. Con un sabor de tristeza y rabia en la boca, y tremendamente asustado. No me explicaba que había pasado, no se porque me dieron una paliza y me robaron.

Hago un enorme esfuerzo por levantarme, quebrantado, agotado casi exhausto lo conseguí. Tenía todo el cuerpo dolorido, me costaba respirar y la boca me sabía a sangre. Fui avanzando poco a poco, de un pequeño paso en otro más pequeño aun, tambaleándome, apoyado contra al pared. Repentinamente mis fuerzas fallaron y me caí de bruces al duro suelo, éste ni se inmutó y siguió igual. Me dolía tanto el cuerpo que opté por arrastrarme. No había avanzado ni 5 metros cuando caí rendido por el sueño, derrotado por el cansancio y el dolor. Desperté a las pocas horas, cansado y dolorido aun, pero capaz de valerme por mi mismo. Quería olvidar todo esto, y no se me ocurría más remedio que volver a meterme otra dosis.

No recuerdo como conseguí el dinero, ni a quién compré la dosis, tampoco me importaba mucho el como, ni si había robado, ni siquiera incluso me importo si había lastimado a alguien para ello. Yo estaba falsamente contento, ya tenía en mis manos a mi viejo amigo una vez más. Estaba en el salón de mi casa, puse un disco de Deep Forest y me inyecté la dosis sin más miramientos. Enseguida detecté que era una dosis alta, pero, aun así, incapaz de causar mi muerte, algo que casi no me hubiese importado. Pasan unos segundos y siento que me perdía otra vez en mis sueños.


No sé cuanto tiempo paso hasta que volvía “despertar”, me levanté del sofá y recorrí con escasa destreza el habitual camino que llevaba al baño. Me miré en el espejo para ver mi aspecto, vi un reflejo que jamás había visto, un reflejo que me atemorizó. Nunca en la vida había visto un rostro menos inexpresivo, mis ojos parecían no mirar a ningún lado, no querían ver nada. Era como si alguien me hubiese cerrado los míos y hubiese pintado unos encima, faltos de sentimientos, inertes de expresiones. Y debajo una boca que era incapaz de crear una mueca. Era un simple orificio lleno de sangre. Esta visión de mi mismo me atemorizo de sobre manera, era incapaz de sentir, incapaz de expresar nada con mi rostro. Empecé a creer que había perdido la capacidad de sentir, intente recordar momentos felices, con mis amigos, familia o simplemente con alguien tan conocido como para reírme con él. Pero me fue imposible, abandoné a mi familia hace muchos años, mis amigos, a los cuales no valoré lo suficiente se alejaron de mí como el tren de medianoche, los perdí. Me sentía como una hoja volando en el aire, marchita, vieja y olvidada, en un sitio que no le corresponde, intentando escapar pero obligada a resistir por el aire. Así me sentía yo, ansiaba huir, escapar, disiparme de este maldito mundo, pero el aire me obliga a seguir viviendo al respirarlo. Quise llorar pero no pude, ni siquiera mis lágrimas quisieron verme. Me sentí derrotado, mi fuerza interior se derrumbo por completo y caí arrodillado en el suelo completado por baldosas azules del baño.”A veces es necesario morder el polvo para ver realmente donde estas.” Me repetía una y otra vez.

Tengo que dejarle, es más duro de lo que parecía, y me invade una fría desesperación cada vez que pienso en ello. Hemos sido uno solo durante más de 30 años, hemos vivido juntos las más insólitas aventuras. Pero es tiempo de decir adiós, tiempo de marchar, no puedo seguir viviendo en estas condiciones, me está matando a cada segundo me consume a cada dosis. Me alejo cada vez más rápido y lo dejo allí arrodillado en el suelo. Giro al cabeza para darle un último vistazo, para verle por última vez. Pestañeo y me voy en busca de otro sitio tranquilo, quizás otro cuerpo al que amar.

13 de octubre de 2008

PERGAMINO XVII

Hoy me permito el lujo de felicitarme, por que una vez más, el mismo día que el año anterior y el anterior….cumplo años. Por eso hoy, y no otro día, he decido felicitarme.
Un saludo a todos y porque no también muchas felicidades a todos, por lo que queráis.
Moler.. . ...



Hoy he cumplido 24 tacaños años
He notado un brillo especial en mis ojos
Mirándome en la crisálida púrpura
Con ánimo tornado en borroso
Otro año más que tengo en mi haber
Acariciando los rasgos de la edad
Otro más, que cargo con él
Desdichado, caucásicamente feliz a la vez
Vehemente contento intentando ser
El anhelo de una vida hace años se fue
Añorando sus ojos cerca de mí
Que mis avances no pueden ver
Indultado al estado de felicidad una vez más
Por las palabras amigas, palabras de amigos
Que no podré olvidar jamás
Se transforman en lazos de amistad
Tirantes, fuertes que nadie romperá
Aquí sigo, esperando inquieto y ansioso los años que vendrán

26 de septiembre de 2008

PERGAMINO XVI

Hola de nuevo!! Hoy os voy a poner unas “Moleriñas”. Ni yo mismo se muy bien lo que es. No si conoceréis a Ramón Gómez de la Serna, un escritor español de principios de siglo. Pues bien este tipo inventó las llamadas gregerias, frases como
“La morcilla es un chorizo lúgubre” o “Pingüino es una palabra atacada por moscas”…Echarles un vistazo si podeis son buenísimas.
Pues bien en un pequeño homenaje yo cree las Moleriñas (humilde como pocos) y he puesto unas pocas de las que tengo escritas. Por cierto os pongo también un video de Gómez de la Serna haciendo un monologo bastante bueno sobre los oradores.

Moler.. . ...






“El pescado tiene guardadas las espadas para atacar al pescador cuando lo come”

“El alma es como las pinzas, ayuda sujetar nuestra ropa”

“La pipa pelada es el alimento favorito de los vagos”

“Las hojas se suicidan en protesta por la llegada del otoño”

“Las montañas son olas gigantes que se quedaron petrificadas”

“Las telarañas son las canas de las casas “

“Los edificios solo bailan al son de los terremotos”

“Las islas no son más que flotadores gigantes de hierba y tierra”

“Los recuerdos acumulan polvo en nuestra cabeza”

“Vacía es una palabra llena de sentido”

“Los baches en al carretera son mordiscos de coches hambrientos de brea”

“Las estrellas son sonrisas de seres queridos que nadie consigue borrar”

“El viento invita a bailar a las hojas más viejas”

“Las bolsas de plástico no vomitan ni cuando los atrapa un torrente de aire”

“Las bolas de papel son las malas ideas del escritor”

“Las bolas de nieve son las malas ideas de Dios”

“Un número capicúa, es un simple número caprichoso mirándose en el espejo”


“La prosa, no son más que escupitajos de tinta con formas raras contándote su vida”

“Las palabras se las lleva el viento, pero no puedo con el peso de la tinta”

“Si las palabras se las lleva el viento, subamos a hablar a la Luna”

“Las ciudades grandes están llenas de maravillosas gentes anónimas”

“La Luna es una farola ausente de electricidad”

“Los fuego artificiales son luces tan bonitas que besan hasta el alma”

“Un puente son dos tierras amigas que se saludan dándose la mano”

“Las venas son las líneas ferroviarias de nuestra sangre”