12 de julio de 2008

PERGAMINO XIII

Hola, hacia tiempo que no tenia nada para poner, estaba además bastante ocupado, pero como sólo unos pocos os atrevéis a leerme, no creo que me halláis echado de menos. He estado escribiendo estos días, pero no mucho, tengo algún relato por ahí al que tengo que dar un remate final. Mientras tanto os pongo este “relato-poema” , que se me medio ocurrió una noche que me desperté alas 4 de la mañana, para hacer más amena la espera. En principio era un comienzo para otro relato, pero bueno al final salió esto. Sin más, haber si para al semana que viene tengo algún relato terminado para subirlo. Para leer este relato nada mejor que eschuchar "the sound of silence"

Un saludo

Moler.. . …




“OSCURIDAD”

Anoche me desperté sobresaltado por un trueno, la tempestad se erguía ahí fuera, con una furia paulatina, una furia casi silenciosa, ha empezado a tronar. Ha interrumpido unos sueños de los que no era dueño, sueños en los que no tenía el control y se apoderaban de mi mente no por casualidad. Sueños en las que las voces que quiero me guiaban hacia un lugar mágico, sueños de viajes a tierras verdes, tierras lejanas que quería visitar. La furia se apodera poco a poco de la noche, es una furia suficiente para hacerse notar. Un tempestad que se hacía eterna. Me asomé tembloroso al balcón de mi humilde casa. Aparté las cortinas aterciopelas color crema y con un sigilo que me salió de lo más profundo abrí lentamente la puerta del balcón. Fui ante todo cuidadoso y silencioso, pero la puerta se alegró tanto al verme de nuevo que emitió un chirriante saludo muy a mi pesar. Una vez fuera abrí mis legañosos ojos de par en par, sólo veo negrura hasta en el horizonte, sólo veo la desesperación vestida de oscuro que era la reina de la ciudad. Alce mi voz y dije"hola oscuridadvieja amiga, vengo a hablarte de nuevo". Las luces hace tiempo se fueron a dormir, y nadie las consigue despertar. La esperanza se ha ido sin saber su destino, no avisó a nadie de su partida, solo compró el billete sencillo, y se fue ligera de equipaje. Las estrellas que tan ordenadamente alguien pinta en el cielo, hoy parecen no brillar, sonrío intentándolas imitar. Pero sin nadie querido cerca no pueden volver a iluminar. En lo alto donde la Luna se aposenta para dormitar, solo hay un hueco vacío, un hueco difícil de llenar. Las calles desiertas no se perturban, siguen parsimoniosas al paso de la tempestad, no son conscientes del mal que se cierne con saña desvergonzada sobre nuestra ciudad. Me enojo con cierto grado de maldad, al verlas tranquilas en su saber estar, les grito, ahora lleno de rabia, pero ellas parecen no escuchar. Hacen oídos sordos a mis insultos, así que, decido dejarlas en paz. Giro mi cabeza, despacio y con precaución, ahora es el cielo el centro de mis iras, ahora es él quién se va a enojar. Dirijo con una furia conductora los gritos de odio hacia arriba sin necesidad de usas ascensor, no me hace falta, pues sé que con seguridad van a llegar. Es tiempo de expulsar mi rabia, de dejar mi odio salir, en una noche que no abraza bondades, ni indulgencias. Solo existe sitio para le terror, el miedo y el odio. Aunque es difícil de apreciar veo como el cielo va descendiendo poco a poco sobre nosotros. Pasa el tiempo, un tiempo donde los segundos se arrastran por el minutero, abrazados con fuerza sobre el reloj, parece ser que no desean marchar. Los veo pasear dados de la mano, pasan ante mis ojos, los intento retener, pero ni siquiera los puedo tocar. Siento lágrimas huyendo de mí, ya no están en mi alma, un lugar donde solían nadar. Abandona mi cuerpo, sin ningún tipo de recelo lo dejan atrás. Llorando de amargura consumo el aire que todavía puedo inhalar, cansado, exhausto me encuentro, no soy el activo hombre de tiempo atrás. Estoy apunto de desmayarme, con un último halo de esperanza me mantengo para contemplar el temporal, quiero saber lo que el futuro me traerá. Por más que me esfuerzo mi túnel no tiene ninguna luz al final, solo veo una gran oscuridad. Ahora solo deseo ser el preso sin grilletes en busca de libertad, el pájaro que dejo la jaula atrás, el mar que rompe tranquilo contra el arenal. Quiero ser como el viento que sopla, como la hoja que vuela ajena a la gravedad, que baila con el viento en una danza mística. Sueño con poder despertar, y ver el Sol brillante en lo alto, rodeado de amigos con los que reír y llorar, pero abro los ojos y me doy de bruces con al dura realidad. El Sol se ha apagado, ya no va a volver a brillar, no existe ninguna luz artificial, se cierne la oscuridad total, subo a mi habitación, ya solo puedo ir al encuentro del esperado final.

2 comentarios:

Mike dijo...

uyy!!
Y si le imploras al cielo en una noche tan oscura.. igual se rasgan sus ojos de furia y te responde cual rugido de león.

A mi me paso una noche de borrachera. Acto seguido me maree, vomité. Y me desperte húmedo por una refrescante tormenta de verano.

Anónimo dijo...

moler voy a pillar ciertos versos de esta oda a la desesperación, y tras su pertinente traducción al idioma de shakespeare, voy a konvertirlo en un exito superventas de metal de Childrain. los royalties y derechos de autor para ti, para mi birra por favor.

se titulara darkness, y sera un kompendio entre odio, ira, rabia y konejos voluptuosos klamando aleluya.

nos vemos kompañero portador de krestas.